

El sistema de frenos es uno de los componentes más críticos para la seguridad en cualquier vehículo. El funcionamiento de este sistema depende de distintos elementos, como el líquido de frenos, uno de los fluidos que reqiueren de revisión y recambio cada cierto tiempo, según las indicaciones que entrega el fabricante.
Este fluido hidráulico se caracteriza por ser incompresible, lo que le permite transferir la fuerza que el conductor aplica sobre el pedal de freno hacia las pastillas o zapatas de freno, que a su vez friccionan contra los discos o tambores, haciendo que el vehículo se baje la velocidad o se detenga totalmente.
Dentro del auto, el líquido de frenos se almacena en un depósito ubicado en el compartimiento del motor, cerca del cilindro maestro de frenos. Este contenedor suele ser translúcido para permitir la visualización del nivel del líquido y viene con los niveles mínimo y máximo marcados sobre sus paredes exteriores.
Desde allí, el líquido fluye a través de tuberías y mangueras hacia las pinzas de freno (en los discos) o los cilindros de rueda (en los tambores). Sin embargo, la falta de mantenimiento y otros factores ambientales pueden afectar el funcionamiento del líquido de frenos, provocando fallas en dicho sistema y eventuales accidentes de tránsito.
Por eso, en las próximas secciones revisaremos cómo saber cuándo es momento de cambiar el líquido de frenos, cómo chequear el nivel de este fluido, cuáles son las pistas que el vehículo muestra sobre un problema en este componente, y cómo reemplazarlo cuando llegue el momento de hacerlo.
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Conocer la frecuencia de cambio del líquido de frenos es clave para no afectar el rendimiento del sistema, y evitar así riesgos para tu seguridad y la de los demás pasajeros. Esto dependerá de diferentes factores, principalmente de las recomendaciones del fabricante del vehículo y el tipo de líquido utilizado.
Por regla general, se sugiere cambiarlo cada 2 años o cada 40.000 a 60.000 kilómetros, lo que ocurra primero. La razón principal para hacer este recambio del fluido es que, por su condición higroscópica, tiende a absorber humedad del ambiente con el tiempo, lo que puede comprometer su eficacia, incluso si el vehículo no se ha movido.
Por esta razón, el factor tiempo es tan importante como el kilometraje. De todas formas, te recomendamos revisar el manual de fabricante de tu auto o consultar en las concesionaria correspondiente a la marca de tu auto.
Más allá de las recomendaciones de kilometraje y tiempo, existen señales claras que indican que es hora de cambiar el líquido de frenos. Prestar atención a estas pistas es esencial para garantizar un frenado eficaz y seguro, y puede prevenir problemas mayores por un mal frenado.
Aquí te dejamos algunas pistas que te servirán para identificar cuándo es el momento indicado para cambiar el líquido de frenos:
No es buena idea ignorar las señales que nos entrega el auto cuando la vida útil del líquido de frenos se acaba. Esto puede traer graves consecuencias para tu seguridad y tu bolsillo.
Primero, la humedad acumulada en el líquido es el problema más crítico, pues reduce su punto de ebullición. Esto facilita que el sistema de frenos se caliente, por lo que el agua presente en el líquido puede llegar a hervir y convertirse en vapor. Como el vapor es compresible, a diferencia del líquido, se pierde la presión y capacidad de frenado.
Además, esta humedad en el líquido no solo reduce su eficiencia, ambién puede corroer internamente los componentes metálicos del sistema de frenos, como las tuberías, las pinzas, los cilindros maestros y de rueda, y las válvulas del ABS. Ten en cuenta que reparar o reemplazar estos componentes es mucho más costoso que cambiar el líquido de frenos.
El desgaste de pastillas y discos es otra de las posibles consecuencias de no renovar el líquido de frenos cuando corresponde. Esto porque un sistema de frenos ineficiente puede obligar al conductor a pisar el pedal con más fuerza y frecuencia, lo que acelera el desgaste de las pastillas y los discos de freno.
Por último, la degradación del líquido puede contribuir a un frenado irregular o a la aparición de ruidos extraños al frenar. Por eso, pon atención a los sonidos que emite tu auto cuando frenas, muchas veces esto puede ser la señal más clara de que hay un problema con el el sistema o en el fluido.
Revisar el nivel del líquido de frenos es un procedimiento sencillo que puedes realizar tú mismo si tienes los conocimientos básicos sobre autos. Aquí te dejamos una descripción paso a paso para que aprendas a comprobarlo de forma sencilla:
Si en esta revisión te das cuenta que el nivel del líquido se acerca al mínimo o se vació completamente, esto puede indicar varias cosas:
Si el nivel está bajo, no te limites a rellenar. Primero, identifica la causa. Si es por desgaste de pastillas, el problema es menor (aunque las pastillas deben ser reemplazadas). Si hay una fuga, rellenar no te servirá para resolver el peligro, y lo más probable es que pierdas todo ese líquido de relleno.
Existen varios tipos de líquido de frenos, aunque esto no significa que puedas usar cualquiera. Es fundamental usar el tipo correcto para tu vehículo, y para eso se crearon las siguientes categorías:
Cada uno de estos líquidos tienen atributos específicos de composición, punto de ebullición, capacidad de absorber humedad y viscosidad. Estos factores hacen que cada categoría sea única en su performance dentro del vehículo, y son una de las razones por las que no deberías mezclarlos.
Entonces, de acuerdo con estos factores, las características de cada categoría de líquido de frenos son las siguientes:
El DOT 3 es un líquido de frenos a base de glicol-éter. Es higroscópico, lo que significa que absorbe humedad con el tiempo , y posee la viscosidad más alta entre los líquidos de frenos a base de glicol. Sus puntos de ebullición mínimos son de 205°C (401°F) en seco y 140°C (284°F) en húmedo.
Es compatible con sistemas de frenos de disco y tambor, incluyendo los sistemas ABS. Sin embargo, sus puntos de ebullición son más bajos en comparación con el DOT 4 y el DOT 5.1, lo que lo hace menos adecuado para aplicaciones de alto rendimiento o uso intensivo.
Otro líquido de frenos con composición basada en glico-éter es el DOT 4. Es higroscópico, tiene una viscosidad menor al DOT, y un punto de ebullición mínimo de 230°C en seco y 157°C en húmedo.
Esta categoría es adecuada para aplicaciones de mayor rendimiento y para soportar temperaturas de frenado más elevadas. Muchos fabricantes de equipo original lo utilizan, y su calidad es suficiente para sistemas ABS y ESP.
La principal ventaja del DOT 4 sobre el DOT 3 radica en sus puntos de ebullición más altos, lo que se traduce en un mejor rendimiento bajo condiciones más exigentes. Además, los líquidos DOT 4 absorben más humedad que los DOT 3, pero puede requerir cambios de fluido más frecuentes para mantener un rendimiento óptimo.
Los líquidos DOT 5 se distinguen de los demás por su composición única a base de silicona. Es hidrofóbico, lo que significa que no absorbe humedad. También suele ser más caro que los líquidos a base de glicol y presenta una viscosidad más alta a temperaturas ambiente normales.
Sus puntos de ebullición mínimos son de 260°C en seco y 180°C en húmedo, y sus puntos de ebullición son más estables debido a su naturaleza no higroscópica. Este líquido está diseñado para aplicaciones exigentes, como vehículos militares y climas extremadamente fríos.
Ten en cuenta que un líquido DOT 5 es absolutamente incompatible con todos los demás fluidos (DOT 3, 4, 5.1) y con sistemas de frenos ABS, debido a su base de silicona. Sin embargo, no es corrosivo con la pintura del vehículo.
El DOT 5.1 es, fundamentalmente, un líquido de frenos a base de glicol-éter, al igual que el DOT 3 y el DOT 4. Es higroscópico y posee una viscosidad más baja, desarrollada específicamente para cumplir con los requisitos de los sistemas ABS y DSC más complejos.
Es vital no confundir el DOT 5.1 con el DOT 5. El DOT 5.1 es a base de glicol y es compatible con el DOT 3 y el DOT 4, mientras que el DOT 5 es a base de silicona y es incompatible. El DOT 5.1 ofrece un rendimiento mejorado similar al DOT 5, pero sin los problemas de compatibilidad asociados con la silicona.
Sus ventajas incluyen puntos de ebullición muy altos (seco y húmedo) y una excelente resistencia al calor para aplicaciones de rendimiento, además de ser compatible con DOT 3 y DOT 4. Sin embargo, como puede absorber agua más rápidamente que el DOT 4, podría requerir cambios más frecuentes para mantener un rendimiento óptimo.
Finalmente, es importante recalcar que las clasificaciones DOT establecen estándares mínimos, pero los fabricantes pueden superarlos significativamente.
Por ejemplo, existen formulaciones de "Super DOT 4" que pueden ofrecer puntos de ebullición superiores incluso a algunos productos DOT 5.1. Esto implica que la simple progresión numérica de los grados DOT no siempre indica un rendimiento linealmente superior.
La compatibilidad del líquido de frenos es un aspecto crítico para la seguridad y el rendimiento del sistema de frenado. Por eso, consulta siempre el manual de tu vehículo o la tapa del depósito de líquido de frenos para saber qué tipo es el adecuado para tu auto.
Por regla general, no se recomienda mezclarlos, aunque algunos de ellos sí pueden ser compatibles, porque sus propiedades son diferentes y podrías diluir las superiores de uno con las inferiores de otro.
En situaciones de emergencia donde el líquido de frenos específico recomendado no está disponible, utilizar un líquido a base de glicol de mayor especificación (por ejemplo, DOT 4 en un sistema DOT 3) es más seguro que usar uno de menor especificación.
Sin embargo, esto debe considerarse una medida temporal; el sistema debería purgarse y rellenarse con el líquido correcto lo antes posible.
La forma más precisa de saber qué líquido de frenos comprar para tu auto es:
*¡Importante! Nunca asumas que cualquier líquido de frenos servirá. Usar el tipo incorrecto puede dañar el sistema y comprometer tu seguridad.
El punto de ebullición del líquido de frenos se refiere a la temperatura a la cual el líquido comienza a convertirse en vapor. Se miden dos puntos principales:
Como se mencionó, ese vapor es compresible. Si el líquido de frenos hierve y se forman burbujas de vapor en el sistema, al pisar el pedal de freno, en lugar de transmitir la presión directamente a las pastillas, una parte de esa presión se utiliza para comprimir el vapor.
Esto produce una sensación de pedal esponjoso y una pérdida drástica de la capacidad de frenado, un fenómeno muy peligroso conocido como "fade de frenos". Por lo tanto, un punto de ebullición alto es crucial para la seguridad, especialmente en condiciones de frenado exigentes.
Cuando chequeas el líquido de frenos en el compartimiento del motor y notas que está turbio u oscuro, esto puede ser una señal de que está degradado y contaminado. Las principales razones son:
La humedad es el enemigo número uno del líquido de frenos basado en glicol porque, como hemos visto en el artículo, reduce el punto de ebullición del líquido de frenos y esto”enfría” los frenos, por lo que se pierde eficacia en el frenado.
Además, la presencia de humedad en el sistema puede provocar acumulación de humedad en distintas partes metálicas, como tuberías de acero, cilindros y pinzas. Esta corrosión puede generar óxido, dañar las superficies internas y provocar fugas o fallos en los frenos.
Por último, dicha humedad también puede afectar la integridad de los sellos de goma, provocando que se hinchen y endurezcan, lo que a su vez puede causar fugas y un mal funcionamiento del sistema de frenos.
El costo de cambiar el líquido de frenos puede variar significativamente según el tipo de vehículo, la región geográfica y el taller. En general, puedes esperar pagar entre $30.000 y $70.000, incluyendo el costo del líquido y la mano de obra.
Este precio puede ser más alto en vehículos premium o con sistemas de frenos más complejos (como aquellos que requieren un proceso de purgado especial para el ABS).
Por otra parte, si sabes hacer el cambio de líquidos tú mismo, puedes comprar el líquido por tu cuenta y hacer el procedimiento de vaciado y rellenado del sistema. Si decides hacerlo de esta forma, en el mercado encuentras líquidos de frenos desde los $3.000 en adelante, dependiendo de la categoría, la marca y otros factores.
Algunas marcas de líquidos de frenos que se venden en Chile son:
Al elegir una marca, busca aquellas que cumplan o superen las especificaciones DOT requeridas para tu vehículo. Como referencia, una marca reconocida suele ser una garantía de calidad y fiabilidad.
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Cambiar el líquido de frenos por cuenta propia es posible para aquellos con conocimientos básicos de mecánica y las herramientas adecuadas. Sin embargo, no es una tarea para principiantes, y requiere precaución, equipamiento y preparación.
Las ventajas de hacer el cambio de líquido de freno tú mismo es que te ahorras bastante dinero en mano de obra, pero esto también puede tener desventajas:
Recomendación: Si no estás seguro de tus habilidades o si tu vehículo tiene un sistema de frenos avanzado, es mejor acudir a un profesional. La seguridad es lo primero.
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